A parte de ser conocida por la Oktoberfest, la capital bávara es reclamo, también, por ser sede de la Bayerische Motoren Werke (conocida más comúnmente como BMW) y son muchos los aficionados al motor, pero sobretodo a la marca, los que viajan a Munich, al menos, una vez en su vida, para visitar sus inmensas instalaciones!! Y allí estuvimos nosotros!! :)
Los que me conocéis sabéis que viajar me encanta pero os contaré que esta vez era diferente porque se trataba de un regalo sorpresa para alguien especial, así que todo tenía que salir perfecto!!!
Primero me encargué de buscar vuelos y luego de lo que más me gusta: buscar el hotel. Pero conociendo los gustos, un tanto sibaritas, del sorprendido esta vez no iba a ser tarea fácil encontrar un alojamiento que cumpliera con las expectativas que él se podría crear del viaje!! Así que me puse manos a la obra para cumplir con mi objetivo: SOPRENDERLO!!
Tras hacer mi ritual de búsqueda (algún día os explicaré cuál! :P) encontré el que, me parecía, reunía todo lo que se pudiera pedir, incluyendo lo más importante: estar bien comunicado!! Y, en esta ocasión, el elegido fue el hotel SHERATON WESTPARK.
Os contaré que esta cadena hotelera norteamericana la conocimos en verano y nos dejó un sabor de boca un tanto agridulce! Pero tenía una corazonada y quise apostar de nuevo por ella dándole una segunda oportunidad! Esta vez no me defraudó!!
El Shertaon Westpark es un hotel 4* cuya apariencia externa engaña! La idea que uno se puede hacer al encontrarse con un alto edificio de frío hormigón nada tiene que ver con lo que se encuentra el interior. El estilo clásico de sus modernas instalaciones son presagio de lo que será, sin duda, una buena estancia.
Una de sus cualidades y la que, en efecto, fue decisiva para reservar dos noches allí, es tener la parada de metro (Heimeran-platz) justo delante de la puerta!! Es súper cómodo! Porque en total son cinco las líneas que pasan por allí y en un momento te plantas en cualquier punto de la ciudad. Del centro, por ejemplo, está sólo a cinco paradas!! En fin...un LUJO!!
La habitación, pues, casi perfecta! Y digo casi porque lo que me falló fue el cuarto de baño. Creo que no iba acorde ni con la habitación ni con el resto del hotel porque, aunque muy limpio y con todo detalle (había hasta calefactor!), parecía un tanto anticuado! Pero en fin...no se puede tener todo!
Por lo demás, todo muy bien!! El desayuno internacional muy variado: había huevos fritos, huevos revueltos, bacon, lácteos, mermeladas, mil clases de pan, embutido (NO typical Spanish!), zumos, ...y café que te lo servían, directamente, en la mesa!
Y el personal muy atento y servicio genial. Sólo una curiosidad: La primera noche estábamos tan echos polvo que no quisimos ni salir del hotel a cenar! Así que pedimos una pizza y una hamburguesa al servicio de habitaciones y quedamos encantados no sólo porque en menos de 30minutos la teníamos servida en la habitación sinó, también, por la generosidad de los platos. Menudo manjar! y nada caro!Sin duda ha sido todo un descubrimiento!! Y no cabe duda de que, si volvemos a Munich, repetiremos en este hotel!
PUNTUACIÓN: 9.0
PUNTOS FUERTES: Tener la parada del metro en la puerta del hotel y, por supuesto, la cama!!
PUNTOS DÉBILES: El cuarto de baño.
PRECIO ORIENTATIVO CON OFERTA: En este caso reservar con mucho tiempo de antelación y a través de un buscador de hoteles fue la clave!!
TOP SECRET: Hay Spa y es totalmente gratuito para los huéspedes. Ah! Y si no queréis cenar en la habitación, hay un restaurante italiano al otro lado de la calle donde se come muy bien, a muy buen precio y recomiendo un montón por su encanto!! Se llama AL PALADINO
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